Economía de los trabajadores: en la apertura, el Bauen y los llamados a la unidad
En el teatro Madres de Plaza de Mayo del hotel Bauen se realizó la apertura oficial del VI Encuentro Internacional de la Economía de los Trabajadores y Trabajadores. Y el arranque fue con la interpelación al Estado Nacional: “¿Dónde está Santiago Maldonado?”, tal como se hizo después a lo largo de todas las conferencias y talleres que se desarrollaron durante las jornadas posteriores en Pigüé. Además, se llamó a la unidad del sector de la autogestión, señalada como condición fundamental para hacer frente al contexto de ataques a los trabajadores; y se repasó la historia y el presente de lucha de la cooperativa anfitriona.
Así, tras dar la bienvenida a trabajadoras y trabajadores de más de 25 países del mundo y de provincias argentinas, Andrés Ruggeri, del programa Facultad Abierta, dio inicio al plenario de los autogestionados acompañado de Eva Losada, presidenta de la cooperativa de trabajo Hotel Bauen y del vicepresidente Federico Tonarelli, también dirigente de FACTA.
La apertura en el histórico hotel de Buenos Aires, que resiste a los embates contra el desalojo, fue el primer escenario para el intercambio entre trabajadores y trabajadoras que a lo largo del Encuentro -que continuó en Pigué hasta el sábado 2 de septiembre- compartieron sus realidades, analizaron la actualidad del sector autogestionado y delinearon agendas colectivas para el desarrollo, el crecimiento y sobre todo la defensa de otro modo de hacer economía.
Espacio asambleario: la realidad del Bauen y la avanzada neoliberal
Ruggeri refirió a un espacio gestado para debatir sobre la economía de las y los trabajadoras/es, con seis ediciones internacionales y el mismo número de regionales. Recordó como una “osadía” aquella idea de llamar a esa primera reunión de 2007, el Primer Encuentro Internacional de la Economía de los Trabajadores. “Hoy estamos en el sexto”, destacó. “Van 10 años de una organización que lleva mucho esfuerzo y trabajo, que cada vez es más colectiva y más internacional. Estamos convencidos que las luchas de los trabajadores no se resuelven solamente en un país. En cada país tenemos nuestros problemas, nuestro contexto, nuestras tradiciones de luchas políticas e ideológicas y no son todas iguales. Hay muchísima diversidad e historia. Pero al mismo tiempo, hay un sistema global de explotación del trabajo que nos contiene de alguna manera a todos y contra el cual todos luchamos. Desde esa idea base es que se convoca a este encuentro”, manifestó.
Presentó a la previa de Pigüé como un espacio asambleario para el intercambio entre las distintas organizaciones, “para que expresen los distintos problemas, conflictos, opiniones, situaciones por las que estamos atravesando los trabajadores de todo el mundo”.
No obstante ello, ninguna de sus expresiones opacaron dos cuestiones definitorias de ese primer contacto. La primera, la situación del Hotel Bauen. La segunda, “el proceso que se está dando de confluencia en la Argentina frente a la situación que estamos pasando, que es la nueva etapa neoliberal y de agresión y ofensiva contra los trabajadores. Que se está viviendo desde que Macri es presidente de este país y que exige de nosotros y de nuestras organizaciones, mayor unidad, coordinación, organización y una lectura común para poder enfrentarnos a esta ofensiva que ya estamos viviendo desde 2015”, marco en el que también se vienen concretando distintos encuentros del sector autogestionado, movilizado en el mismo sentido.
“Nuestra casa es de ustedes”
Continuó Eva Losada, presidenta del Hotel recuperado. “Nuestra casa es de ustedes porque esta es la casa de la cooperativa” acentuó y reiteró su agradecimiento a Ruggeri, “por darnos esta oportunidad de ser la cabeza, de poder presentarlo acá, no solamente por cooperativo sino porque es la casa de los trabajadores”. Del mismo modo lo expresó hacia las comitivas de Grecia, Francia e Italia, que adhirieron a la lucha de trabajadoras y trabajadores del Bauen “y fueron solidarios con nosotros. Seguimos necesitando esa ayuda”, expresó.
“Estamos sufriendo continuamente, más allá de lo que está instalado en lo político y lo legal, hostigamientos por parte del gobierno. Hace una semana nos vinieron a inspeccionar, vienen continuamente por la Libreta Sanitaria, por lo que un laburante debe tener, y tenemos todo. No saben cómo hacer para cerrarnos nuestra fuente de trabajo, con la que llevamos todos los días el pan a nuestra casa. Lo deben saber también quienes son cooperativas y están acá en Buenos Aires. Tenemos ese problema, nos hostigan continuamente”, relató. Lamentó, en esa línea, “que un presidente se ponga a cerrar nuestra fuente de trabajo y que le dé la derecha a estos grandes empresarios vetando la expropiación del hotel; es bastante triste”.
Así y todo, la dirigenta exclamó: “Estamos acá, vamos a seguir con fuerza, no nos vamos a caer ni a bajar los brazos. Como dice Macri, sí se puede. Y nosotros también vamos a poder por la parte obrera que sale adelante día a día”.
“No hay nada que nos puedan decir porque llevamos adelante esto hace 14 años. Lo vamos a seguir hasta las últimas consecuencias. No nos pueden poner un techo”, subrayó después.
“El hotel de los sectores populares, de toda la clase obrera”
Federico Tonarelli agradeció, en la persona de Ruggeri, a todo el grupo de compañeras y compañeros que organizaron el VI Encuentro. Rescató que la apertura sea en el Bauen y reafirmó: “Lo dijo Eva, esta es la casa de los trabajadores”.
Para quienes llegaron de otros países, habló sobre lo simbólico del hotel para la Ciudad de Buenos Aires y también para el país. Comentó que “fue construido en el 1978, en plena dictadura militar; en la dictadura más sangrienta y espantosa que sufrió nuestro país; y en sus primeros 25 años estuvo al servicio de la clase dominante. Los sectores de poder hicieron del Bauen su casa y la política, tanto en épocas de la dictadura como luego, cocinó cada uno de los negocios que terminaron prácticamente con la rifa del país”.
Tonarelli continuó su relato: “Luego de la crisis, luego de la caída del gobierno de la Alianza en 2001, luego de la apertura en manos de sus trabajadores; con orgullo podemos decir que este hotel se convirtió en la versión antagónica de aquel otro. Se convirtió en el de los sectores populares, de los trabajadores y trabajadoras, de las cooperativas, las mutuales y de todo el movimiento obrero. Y eso, pase lo que pase, termine como termine la historia, es lo mejor que hayamos podido construir en estos casi 15 años de historia”, remarcó.
Por eso también reiteró en varias oportunidades lo importante de dar apertura al Encuentro Internacional en el Bauen, como “una señal política tremenda para aquellos sectores que aún hoy quieren desalojarlo”.
Entonces relató los últimos acontecimientos y la lucha que enfrentan desde diciembre del año pasado a esta parte. “Este movimiento consiguió que ese hotel que era de los sectores dominantes y que hace 15 años es el hotel de los trabajadores, fuera expropiado a través de una Ley del Congreso de la Nación y que el presidente de la República tuviera que vetarlo”.
El hotel Bauen volvió así a una situación jurídica que, al decir de Tonarelli, los pone “casi al filo del desalojo”. Apeló entonces a trabajar en un proceso de unidad del movimiento obrero frente a “un momento tremendo en donde la derecha más rancia, por primera vez en la historia Argentina, consiguió a través de elecciones llegar al gobierno y está imponiendo un plan salvaje que nos lleva al movimiento obrero en general a una situación tremenda”.
“Acá no damos un solo paso atrás, no nos rendimos y no estamos dispuestos a entregar, en algunos casos, 20 años de trabajo. Para nosotros no es menor que esto comience acá y continúe en Textiles Pigüé”, insistió.
Hoy, la situación del Bauen es más que compleja. El veto de Mauricio Macri a la Ley de Expropiación sancionada el año pasado llegó el 27 de diciembre, cuando los trabajadores y trabajadoras habían logrado torcerle el brazo a una lucha de muchos años. Cuando al fin pudieron colocar “el derecho al trabajo por sobre el de la propiedad privada”. Junto con el veto, se retrotrajo la situación jurídica y se volvió a reconocer a un propietario, “que tiene la escritura y el derecho de propiedad asegurado y que obviamente es el grupo que adeuda hace 40 años los créditos con los que se construyó el hotel”.
Con esos argumentos la Justicia volvió a imponer una fecha de desalojo el 19 de abril pasado. Y, aunque se logró en la Cámara de Apelaciones la suspensión provisoria, la resolución sobre ese trámite tiene los días contados. Según Tonarelli, “una de las posibilidades más concretas es que nuevamente coloquen una fecha que nos ponga al filo de tener que dejar el hotel”.
La lucha que llevan adelante ahora es dentro del Congreso de la Nación, donde requieren de los dos tercios del cuerpo para refrendar y apelan día a día a los distintos espacios políticos para lograrlo. “Somos optimistas en ese sentido, vamos a seguir dando la pelea y estamos trabajando todos los días, voto por voto, para que en ambas Cámaras voten la ley, lo que sería un doble triunfo”, señaló.
“Esta es la casa de todos nosotros, un golpe a la cooperativa Bauen sería un golpe a todo el Movimiento. Caso contrario, sería un gran triunfo para todos nosotros”, expresó; e informó que se encuentran a la espera de una sesión especial que abordará el proyecto de expropiación.
La realidad en el inicio del Encuentro
La situación judicial y de lucha que atraviesan trabajadoras y trabajadores del Hotel Bauen, que fue puesta sobre relieve en la apertura del Encuentro, se tornó en el modo de presentación del resto de las delegaciones cuyos representantes también compartieron sus realidades.
Tal y como lo describió Ruggeri, el primer acercamiento, en el espacio asambleario, fue de intercambio y hasta de diagnóstico.
Fuente: Cooperativa La Prensa – Diario de la Región, de Resistencia, Chaco. Texto: Marisa Nera. Fotos: Jorge Flores.