En la Pepsi de Trelew, otra botella de la autogestión para zafar del mar del desempleo
Con respaldo de la comunidad, la CGT local y el gobierno provincial, trabajadores despedidos de la embotelladora Pepsi de Trelew, en la provincia de Chubut, decidieron apostar a la autogestión para conservar sus empleos y conformar una cooperativa de trabajo que les permita sostener la actividad en la planta cerrada, perteneciente a Cervecería y Maltería Quilmes
Los últimos días de mayo, los 48 trabajadores se habían encontrado con la triste novedad de que la planta localizada en el acceso sur de esa ciudad dejaba de operar: “Cervecería y Maltería Quilmes comunica que, a raíz de la caída sostenida en el volumen de ventas de gaseosas desde hace varios años, se ha visto en la obligación de cerrar su operación industrial en la localidad de Trelew”. Así de lapidaria fue la comunicación de la patronal.
Dentro de la planta de Trelew, además del embotellado, se hacía soplado de los envases, producción, almacenamiento y el proceso de distribución. Se trabajaba 18 horas por día en turnos de 9. Según precisaron algunos de los operarios, en épocas de verano, cuando existe la mayor demanda, se llegaban a embotellar hasta 2 millones de botellas por día. Y se llenaban entre 25 y 30 camiones.
Allí se hacía el embotellamiento de la línea Pepsi que incluye 7up, Paso de los Toros y todas las variantes que esa compañía ofrecía al mercado, abasteciendo desde esta unidad operativa la zona del norte chubutense y también Comodoro Rivadavia.
Guillermo Del Prado, uno de los trabajadores, no podía ocultar su sorpresa, por cuanto “estábamos en una jornada en la que se había planeado el horario de la semana, estábamos en una capacitación de seguridad, justamente discutiendo algunos puntos sobre ese tema. De repente, apareció el jefe de planta pidiéndole a todo su equipo que fuera con él, inclusive al delegado. A nosotros nos dio una incertidumbre muy grande porque supimos que algo pasaba”.
Le tocó al delegado Jorge Martín informarles “que la planta ya estaba cerrada, que no había nada que hacer”. César Frintt, también en declaraciones a la prensa, sostenía aquel día que “no parece real lo que está pasando, son así las multinacionales, uno que entró desde un principio sabía que era uno más, no les importa nada, es así: 50 familias se quedaron en la calle”.
Con todo, el número es mayor ya que no se contabiliza a los trabajadores de las empresas tercerizadas ni al personal de limpieza dentro de ese medio centenar de despedidos.
Estos trabajadores formaban parte de la mayoría que creía que no le iba a tocar nunca. Pero las políticas económicas que impulsa el gobierno de Mauricio Macri no tienen otra salida: la fórmula es desocupación más represión.
Frente a la estafa, el acampe
La versión de la empresa multinacional salió sin filtros por los medios de comunicación locales: las indemnizaciones se pagarían de inmediato. Una muestra más de que el problema económico no era de tal magnitud que justificara el intempestivo cierre de la fábrica.
A medida que recibían la liquidación final, no pocos constataron que los montos eran claramente inferiores a lo que correspondía por ley. Eso motivó que una veintena de los trabajadores se instalara en uno de los portones de ingreso.
Fueron apareciendo las manifestaciones de apoyo de organizaciones sindicales -a excepción de Sutiaga, sindicato al que pertenecían los trabajadores-, de la comunidad en general y de funcionarios del gobierno municipal y provincial. En el medio, se elevó un pedido de apoyo para conseguir la expropiación de la planta y conformar una cooperativa con los trabajadores despedidos.
En diálogo con Trabajo Cooperativo, el subsecretario provincial de Asociativismo y Economía Social, Exequiel Villagra, expresó que “el acampe está vigente fuera de la planta. Son trabajadores despedidos cuyas indemnizaciones se realizaron indebidamente, y realizan el acampe para evitar que la empresa se pueda llevar la maquinaria a otra localidad”.
Villagra señaló que “algunos de los trabajadores que realizan el acampe son también los que están comenzando la organización del grupo cooperativo. No hay participación alguna de parte del gremio Sutiaga, por lo tanto la organización de los trabajadores es horizontal”
¿Hay salida?
Con apoyo del gobierno provincial, se promovió una reunión con el grupo de trabajadores interesados en darle continuidad a la fuente laboral. “Estamos acompañándolos para mantener la fuente de trabajo más allá del cierre. Es personal muy calificado, de mucha formación, entonces queremos enfocar el envasado de agua y de soda”, explicó el subsecretario.
El funcionario añadió que “ante la voluntad de ellos de avanzar en el proyecto solidario, hoy estuvimos brindándoles una charla sobre cooperativismo y cómo realizar las gestiones administrativas para dar curso a la conformación de la cooperativa”.
En este mismo sentido, Villagra señaló que “desde el gobierno de la provincia, tal como nos ha solicitado el gobernador Mario Das Neves, vamos a estar haciendo las gestiones necesarias y acompañándolos para lograr la matrícula nacional que los habilite a trabajar como cooperativa en el menor plazo posible”.
Afirmó además que “es destacable la actitud que han tenido como grupo de trabajo que supo llevar adelante una tarea rentada por empresarios y que hoy apuntan a la autogestión del empleo por medio de este proyecto de economía social, con ayuda mutua y solidaria”.
Por cuanto “la propiedad de la planta es de Quilmes, estamos pensando en llegar a una negociación para un alquiler por 10 años, ya que la adquisición de las máquinas es algo impensado”, indicó.
Voluntad autogestionada
La expectativa por retomar las actividades es elevada. Así lo expresó a este medio César Frintt, uno de los operarios especializados, con más de 12 años de antigüedad en la fábrica: “La cooperativa que estamos conformando es de envasado de agua y soda, en principio. Pretendemos comercializar también los subproductos”, relató. “Lo difícil va a ser arrancar”, añadió, pero destacó que cuentan con “el apoyo del gobernador, el ministro de Producción, la CGT y la sociedad. Queremos aprovechar este momento para recuperar la fuente genuina de trabajo a través de una cooperativa”.
Ahora los trabajadores se encuentran en plena redacción de su estatuto que les permita “la elaboración y fraccionamiento de bebidas con alcohol y sin alcohol (bebidas puras, concentradas, gasificadas o no, aguas y aguas gasificadas), la fabricación de jugos de frutas, colas, gaseosas, bebidas analcóholicas, jarabes concentrados, para ser rebajados en sus distintas variedades aguas gasificadas o no, bebidas puras concentradas, distribución y comercialización de todo producto alimenticio, bebidas alcohólicas y sin alcohol, jarabes para jugos, jugos, gaseosas, etc.”. También incorporarán en su artículo 5 la “fabricación y comercialización de envases de polietileno y todo otro tipo de envases para el embotellamiento, empaque, preenfriamiento y conservación de agua potable y bebidas”.
Los despidos y cierres de fábricas se vuelven rutina semanal bajo la gestión macrista. En la Pepsi de Trelew, la apuesta por el trabajo autogestionado llega después de otra mala jugada del capital. ¡Enhorabuena!
Fuente: Cooperativa Ecomedios de Bahía Blanca.