Encuentro en Pigüé: la crisis capitalista y las posibilidades de la autogestión
En el marco del VI Encuentro Internacional La Economía de los Trabajadores y Trabajadoras, representantes de Venezuela, Cuba, el País Vasco, Colombia, China, Francia y la Argentina fueron oradores de una mesa de trabajo en la que se puso bajo la lupa la crisis del capitalismo y la emergencia de nuevos modos de organización económica y social, como la autogestión.
El espacio, desarrollado luego de la apertura de las jornadas en el Teatro Español de Pigüé, el pasado jueves 31 de agosto, fue coordinado por José Miguel Gómez, de Venezuela, y contó con las disertaciones de Ramón Labañino Salazar, de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC); Gorka Martija, investigador del Observatorio de Multinacionales en América Latina del País Vasco (OMAL); Rafael Enciso, de UNETE (Colombia); Pin Yu Chen, de Chinese Women Workers Network (China); Banoit Borits, de la Asociación Autogestión (Francia) y Andrés Ruggeri, del programa Facultad Abierta de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
En el marco del eje de discusión, el moderador llamó a las trabajadoras y trabajadores a vislumbrar, dentro del análisis de la realidad mundial, que “el capitalismo como sistema global presenta una profunda crisis”, por lo que “debemos seguir generando información sobre estos procesos y también iniciativas de trabajo autogestionado que le dé respuestas a las cantidad de trabajadores que viven la opresión del capitalismo en el mundo entero”.
Sin más preámbulo, dio inicio a las presentaciones.
Gorka y la llegada de Trump
Tras agradecer al Comité Organizador, Gorka Martija expuso sobre la tesis que se maneja desde el OMAL en lo que respecta a la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos y en cuanto “a la gobernanza político- económica global”. Aunque, de manera central, lo hizo sobre lo que supone es uno de sus “éxitos fundamentales”, los Tratados de Comercio e Inversión.
Si bien marcó que la llegada de Trump a la presidencia de Estados Unidos “es un error” para los sectores de poder, aclaró que tampoco se lo puede considerar “un agente contrahegemónico”. Para el Observatorio, “es un nuevo exponente o una nueva manera de impulsar una estrategia de defensa del capital, en este contexto de incertidumbre marcada por la crisis civilizatoria que vivimos”.
Remarcó que se produce una agenda entre distintos actores “para tratar de solventar cuál será el rumbo que adoptará la economía global para salir de esa crisis, con ganadores y perdedores”. Pero que también “se producen agendas a la interna del status quo capitalista”, desde donde “se tiene que analizar el fenómeno Trump”.
Luego de hacer un recuento de los acuerdos generados en lo que va del gobierno de Trump, aseguró: “No podemos hablar de una estrategia antitratados sino de una administración que defiende la arquitectura neoliberal de gobernanza tanto en Estados Unidos como a nivel global, pero en un contexto de guerra económica. tratando de acaparar la mayor parte de la torta de la economía global, dejando fuera a otros capitales. Es fundamentalmente una agenda neoliberal y de exclusión”.
Enciso y la posibilidad de las FARC de producir de manera cooperativa
Desde Colombia, Rafael Enciso llegó como miembro del Comité Ejecutivo de la Federación Nacional de Trabajadores del Estado, los Servicios Públicos y la Comunidad y también de la Convergencia Alternativa Social y Solidaria por la Paz. “Ambas organizaciones estamos trabajando continuamente por apoyar la implementación de los acuerdos de paz firmados entre el Gobierno y las las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)”, informó.
Recorrió la historia sangrienta de este capítulo de la historia colombiana y comentó que uno de los compromisos del gobierno fue la reforma rural integral, marco en el que integrantes de las FARC se reintegran a través de formas de la economía solidaria. Y se configura “la organización entre lo urbano y lo rural”.
“Siempre lo urbano chupó la energía de los territorios rurales. Hoy, con la posibilidad de producir de manera cooperativa, pueden complementarse con trabajadores y empresas de la autogestión”, sostuvo.
Pin Yu Chen y la lucha de las mujeres chinas
Pin Yu Chen se refirió a la lucha que llevan adelante desde la Red de Trabajadoras de China frente a la estructura económica actual. Habló de la pérdida de derechos laborales y de empleo, a partir de un proceso que inició en 1970 con la compra de equipamiento industrial y el establecimiento de zonas económicas en la costa. Momento en el que “los bienes que se producían se empezaron a hacer en otros países y China empezó a exportar sus productos. Muchos fueron despedidos y la fuerza de trabajo se compuso de los inmigrantes, proletariado que se trasladaba de las zonas rurales”, relató. Y añadió: “Hay 280 millones de trabajadores migrantes en China y componen dos generaciones”.
Explicó que el traslado hacia esas zonas rurales implica por un lado la separación de los hijos y por otro, que los salarios se mantengan bajos. Contexto en el que también habló del rol de la Federación de China, único sindicato, el que ya “no lucha por los intereses de los trabajadores. Es muy difícil encontrar al movimiento laboral unificado. En la mayoría de los casos sólo lo hacen por sus derechos individuales”.
En ese contexto, refirió también a un proceso de huelgas que inició en 2014 y que suman unas 1300, muchas de ellas encabezadas por las mujeres chinas contra el traslado de firmas, el cierre, los despidos, la pérdida de los derechos laborales. Y también habló de la reacción del Estado y del sindicato contra el sector trabajador.
Labañino Salazar y la experiencia cubana sobre cooperativas
Desde Cuba, Ramón Labañino Salazar, fijó su ponencia en la actualidad de las cooperativas a nivel mundial y en la experiencia cubana, con “una señal de optimismo” en cuanto a números fácticos. Vio al modelo, “a pesar de todas las crisis”, como una salida, una vía de solución; y apeló a la perseverancia en la lucha de cada una frente a la competencia desleal con las grandes corporaciones.
Aseguró que desde el gobierno cubano, se estimula al crecimiento de las cooperativas, principalmente las agrícolas. Pero observó la necesidad de avanzar en conocimientos sobre el marco legal, los créditos cooperativos, la cuestión interna.
“Hoy, los retos que enfrenta América Latina son grandes, pero la solución está en nosotros. La fortaleza del cooperativismo es el espíritu colectivo. Es de vital importancia que el gobierno ayude a las cooperativas”, sostuvo.
Borits y la idea de interacción entre trabajadores y usuarios
El francés Banoit Borits, abordó lo que llamó “el fenómeno de la economía de los trabajadores, quienes controlan, determinan y definen sobre su propio trabajo”; cuestión que implica “una impugnación del concepto de propiedad tradicional donde deciden los propietarios”.
Observó el rol del usuario en este tipo de economía y planteó la necesidad de “reclamar su intervención” en ese tipo de mecanismos.
Con la misma firmeza remarcó las falencias en cuanto a la falta de herramientas para el financiamiento. “No alcanza con decir que sean propietarios de los medios de producción”, requirió.
Para Borits, “la innovación de la economía de los trabajadores debe ser la de negar la idea de la propiedad privada. Los trabajadores deben tomar las decisiones. Esto implica interactuar trabajadores y usuarios”.
Ruggeri y la idea de “construir una sociedad vivible”
Ruggeri, por el programa Facultad Abierta, radiografió el contexto en el que se mueve el cooperativismo en Argentina hoy, en medio de “un periodo de cambios regresivos”, que afecta a las empresas autogestionadas.
“El modelo económico que se está reestableciendo, el neoliberalismo no solo salvaje y no exactamente el de los 90. Hay innovaciones que tiene que ver con acelerar los procesos y con la utilización cada vez más abierta del aparato represivo para imponerlos y no es un fenómeno de Argentina sino mundial”.
Habló de un modelo que aplica variables macroeconómicas “que destruyen la estructura industrial de pequeñas y medianas empresas, incluso cooperativas y recuperadas, para reconvertir a nuestro país en una factoría neocolonial que produzca determinadas materias primas”. Medidas a la que se le acoplan otras como la apertura de importaciones, los tarifazos de energía eléctrica, entre otras.
Mencionó que ya suman 20 las nuevas empresas recuperadas en Argentina, pero que a la vez también hubo una reducción de trabajadores en otras, por la precariedad económica en la que se desarrollan.
Aseguró que si bien las empresas que fueron recuperadas ya tenían un lugar en el mercado, no lograron encontrar otra lógica de articulación económica que lo exceda, con lo que también “se va encontrando ese límite que el mercado le va imponiendo”.
“Antes se decía que nuestras experiencias iban a fracasar, ahora saben que no fracasan y que son un peligro para el sistema”, marcó Ruggeri. Apeló a “volver a unificar el trabajo, lo que se fue separando en un proceso muy largo desde que el capitalismo se fue formando, no sólo poner en manos de los trabajadores los medios de producción sino volver a repensar todo el sistema económico, la producción, la reproducción, la relación con el consumo, con los distintos sectores económicos y productivos. Volver a construir una sociedad que sea vivible”.
Fuente: Cooperativa La Prensa – Diario de la Región de Resistencia, Chaco
Texto: Marisa Nera
Fotos: Jorges Flores