Un pulmón verde en General Pico
Se desarrolló una jornada de cooperativismo y forestación en el marco de un trabajo conjunto de distintas organizaciones de la localidad.
La demarcación de un “cerco vivo” en un predio lindante al espacio donde Cooperativa Regional de Electricidad de Obras y Otros Servicios de General Pico Ltda. (Corpico) lleva a cabo el proceso de tratamiento de efluentes cloacales, fue motivo de un encuentro de dos jornadas a mediados del mes de julio.
Durante la actividad se colocaron alrededor de 300 árboles en el armado de una cortina de viento, que será de utilidad para generar un microclima en el lugar.
Jorge Carante, consejero de Corpico y referente local de la ONG Bioregión, dio cuenta del proyecto que se ejecuta en el lugar. Además de estas dos instituciones, también participó la Cooperativa “La Comunitaria de Rivadavia” de Provisión de Servicios Culturales y Sociales Ltda. y el grupo de Jóvenes Solidarios de la entidad eléctrica local.
“Tiene que ver con armar y diseñar un pulmón verde que purifica y se nutre del agua residual de la ciudad, a modo también de una cuestión ambiental y del aprovechamiento del agua, como una cuestión educativa y cultural de aprovecharla. Hicimos una jornada de cooperativismo y forestación que engloba la cuestión ambiental, es una actividad práctica, concreta, en la que se ve como ejerciendo un trabajo cooperativista se pueden llevar adelante proyectos interesantes. De la actividad participó Bioregión, que es la ONG que lleva adelante el proyecto forestal, produciendo las plantas que se utilizan en el lugar, y también sumamos a ‘La Comunitaria’ y a los Jóvenes Solidarios de Corpico”, dijo Carante.
Ampliar la forestación
Además, indicó que en el trabajo de forestación que se hará este año hasta la llegada de la primavera, se buscará, además de álamos y sauces, colocar también algunas “plantas nativas”.
“Queremos seguir avanzando, no sólo en poner álamos y sauces, que son las plantas que más se adaptan, sino en incorporar algunos pinos y eucaliptos, y este año empezaríamos a trabajar con las plantas nativas, que es algo que siempre quisimos hacer pero las condiciones de suelo y del ambiente no lo permitían, por el exceso de agua. Ahora estamos en condiciones de empezar a armar algunos sectores con plantas nativas y queremos incorporarlas dentro del proyecto”, señaló.
El proyecto es de largo aliento: “Se siguió plantando una cortina de viento que generaría un microclima y haría contención donde se está armando el plantinero. Era algo que ya teníamos avanzado y logramos terminar esa etapa que teníamos postergada. Acá forestamos, plantamos árboles, hicimos una cortina que sirve como contención de los vientos pero también como una contención para el ingreso de animales”, refirió el cooperativista.
Trabajos en conjunto
Los trabajos se llevaron a cabo en un predio que dispone Bioregión, donde también “se usa el agua ya tratada para mantener los carrizales, que son importantes para el tratamiento de las aguas residuales”.
Carante explicó que esto se hace desde la “mirada sustentable de un proyecto que tiende a reutilizar el agua de la ciudad, generar conciencia ambiental del cuidado del ambiente y de la importancia de plantar árboles”. En este sentido subrayó que debemos “estar preparados para mitigar las consecuencias del calentamiento global y de las emergencias climáticas que suelen surgir”.
También valoró el trabajo en equipo y cooperativo que se dio con otras entidades. “Diferentes organizaciones e instituciones dedicaron un fin de semana para poder hacer algo que es para la comunidad y para las generaciones futuras. Esto está dando la posibilidad de que abramos cada vez más las puertas para trabajar con los jóvenes que quieren estar, que quieren formar parte de los proyectos sociales”, mencionó.
Nuevas jornadas
Por su parte, Malena Boeris, también integrante de Bioregión, remarcó que se trabajó en forma conjunta e intensa en la construcción de un “cerco vivo” donde funciona el plantinero, que le da diferentes soluciones.
Además explicó que de manera constante se organizaran jornadas y capacitaciones, las cuales dependen de las condiciones climáticas, dada la distancia a la que está el predio. En este sentido indicó que en agosto se hará un curso de hornos de barro en Toay.
“Todas las semanas hacemos alguna convocatoria y en Toay, haremos un curso de hornos de barro, que es el mismo que hicimos en Pico, pero lo trasladamos allá, porque hay mucha gente que quiere ser parte”, manifestó.
Fuente: La Arena (La Pampa)