7Sellos Editorial Cooperativa dio a conocer los ganadores de la edición 2018 del Certamen de Microrrelatos, Relatos Breves e Ilustraciones, destacándose entre los participantes la gran diversidad de edades y localidades, más allá de los límites de Argentina.

La Cooperativa de Trabajo Gráfica Visión 7 Ltda. publicó en su página web el fallo final de este concurso que se vuelve saludable costumbre en la Provincia de La Pampa.

La tercera edición del Certamen contó con el auspicio de 7Sellos Editorial Cooperativa, la Secretaría de Cultura de la Provincia de La Pampa, la Asociación Pampeana de Escritorxs (APE), la Comisión de Asociados del Banco Credicoop Cooperativo Ltdo. en su filial 251, y la Federación Pampeana de Cooperativas Eléctricas y de Servicios Públicos Cooperativa Ltda. (Fepamco).

En sus dos géneros de relato y microrrelato prácticamente las únicas condiciones tenían que ver con las respectivas extensiones (entre 3 mil y 5 mil caracteres con espacios incluidos, en el caso de los relatos; y 60 palabras, título incluido, en el segundo), y quedaba habilitado cuanto hispanoescribiente quisiera participar. Así fue que en la casilla de email llegaron textos de diversas provincias argentinas así como de países latinoamericanos.

¿El premio? Seis microrrelatos y dos relatos e ilustraciones por categoría que se publicarán en el libro-agenda solidario 2019 que edita la Cooperativa de Trabajo Gráfica Visión 7, cuya comercialización se destina íntegramente a desayunadores comunitarios de la provincia de La Pampa.

Consignaron los organizadores que “los resultados finales son el reflejo del esfuerzo, valoración y puntuación de un prestigioso jurado que se ha hecho de nuestra propuesta”.

El jurado del certamen de microrrelatos y relatos estuvo compuesto por Lisa Segovia (APE), Marina Arias (Centro Cultural de la Cooperación), Cynthia Zorrilla (de la Cooperativa organizadora). Mientras que el jurado del certamen de ilustraciones estaba integrado por Adriana Muñoz (Profesorado de Artes Visuales santarroseño), Sergio Ibaceta (dibujante e ilustrador) y Horacio Comerci (de la Cooperativa organizadora).

Frutos del certamen 2017
Por caso, los libros-agendas solidarias 2018 dieron sus frutos en el Desayunador de Villa Germinal: ladrillos para ampliar el espacio del desayunador, cerámicos para revestir la cocina y herramientas para el proyecto de la cooperativa de panificación.
Desde la Cooperativa Gráfica Visión 7 destacaron que “este es el esfuerzo compartido de todos y todas las que compraron los libros-agendas, de quienes ayudaron a distribuirla y comercializarla”.

“Acá ganamos con suerte 50 pesos por hora, es difícil vivir así, no se cómo hay personas que puedan llegar a fin de mes”, precisó Mirta Litterini, presidenta de la Cooperativa de Trabajo Textil Pampeana Ltda. Hoy, 17 años después de su nacimiento, el grupo de 16 trabajadoras intentan sortear una crisis en un sector que se vio totalmente perjudicado con el plan económico vigente.

En su mayoría mujeres, quedaron hace casi más de dos décadas sin trabajo como consecuencia del conflicto político, social y económico que azotó al país a comienzos del siglo XXI. La entidad tiene 16 personas trabajando y, a puro esfuerzo, siguen sosteniendo una cooperativa textil en el peor momento que atraviesa el sector.

La crisis del 2001 fue causante del surgimiento de una importante cantidad de empresas, de todo tipo y todos los rubros, recuperadas en la Argentina. En el caso de la Provincia de La Pampa, y puntualmente en su capital Santa Rosa, se dio el proceso de la Cooperativa de Trabajo Textil Pampeana Ltda., creadora de la marca de camisas Witrú.

Hoy, 17 años después, pareciera que la historia se vuelve a repetir y el panorama para la Cooperativa, así como también para el sector, no es para nada prometedor. “Son tiempos muy difíciles”, admitió la cooperativista en diálogo con La Arena, mientras miraba el interior de un galpón que, años atrás, solía estar repleto de trabajadoras, máquinas de coser funcionando y una pila de camisas listas para responder a los pedidos.

“Siempre estuvimos en la lucha, nunca tuvimos buenos tiempos, pero hoy estamos más complicados que en otros momentos”, se lamentó la trabajadora, quien agregó que el nacimiento de la asociación se conformó en “la malaria del 2001”, mientras -paradójicamente- sonaba de fondo el discurso del presidente Mauricio Macri y el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne.

Mientras Macri pedía el esfuerzo de los argentinos y, posteriormente, Dujovne les hablaba a los mercados, este grupo de mujeres trabajadoras cosían sin cesar con la única motivación de salir adelante en esta dura crisis.

“Aguantamos”
Si bien casi todos los rubros de la economía se han desplomado en los últimos meses, con la llegada de Mauricio Macri al sillón de Rivadavia -el anterior endeudador serial-, el sector textil entró en una fuerte crisis que ha ocasionado que varias empresas del rubro, así como también cooperativas, finalmente bajen sus persianas. No es para menos: la suba de las tarifas, la disparada del dólar y la apertura indiscriminada de las importaciones pegaron fuerte en este tipo de industrias.

Así lo reconoció la dirigente que, si bien expresó que aún siguen trabajando y pueden sostener a la cooperativa, detalló que “lo único que los salva es que no pagamos alquiler” por el galpón en donde trabajan. “Aguantamos como podemos, en los últimos tiempos los costos aumentaron un 100% aproximadamente”, agregó.

En ese sentido, la trabajadora realizó un análisis de la situación de la cooperativa y lanzó un par de datos sumamente preocupantes. Uno de ellos indica que, mensualmente y luego de 30 días de arduo esfuerzo, cada miembro de la Cooperativa se lleva en su bolsillo solo 10 mil pesos, de los cuales en muchas ocasiones lo perciben en cuotas. “Acá ganamos con suerte 50 pesos la hora, es difícil vivir así, realmente no se cómo hay personas que puedan llegar con ese monto a fin de mes”, precisó Mirta.

Otro punto de preocupación radica en cómo se complicó la cadena de pagos y la relación con los clientes. “En esta situación aceptamos condiciones que antes no lo habríamos hecho, los trabajos los cobramos a 60 o 90 días. Tenés un mes en que realizás el pedido y al momento de facturar, te pagan con cheques a 30 o 60 días”, explicó la trabajadora. Una situación que los “asfixia” económica y financieramente. “No tenemos una cadena de pago constante”, apuntó.

Incertidumbre
El panorama económico y financiero no es alentador para casi ningún rubro. De esta manera, calificó como “incierto” el futuro de la Cooperativa y dijo que “como todos espero que las cosas mejoren”. Si bien trabajo no les hace falta, ya que aún mantienen varios clientes, la brecha de los costos y lo que ganan cada vez se reduce más. “Nosotros no podemos competir contra otros que compran las camisas al valor que nosotros pagamos la materia prima”, criticó.

Por otro lado, por parte del gobierno provincial como también nacional, la Cooperativa no recibe casi ningún tipo de estímulo económico. “Ahora estamos con el Programa Nutrir, del Ministerio de Desarrollo Social. Ahí realizamos manteles o bolsas ecológicas que se utilizan ahí. Pero después, no podemos presentarnos a ninguna licitación ya que no podemos cumplir los requisitos que te piden”, expresó con preocupación.

Historia
En 1999 “Indumentaria El Argentino” cerró sus puertas y dejó en la calle a las trabajadoras, quienes resistieron como pudieron para mantener sus puestos. Debido a la difícil situación coyuntural, un grupo de empleadas textiles armó el 30 de noviembre del 2000 la Cooperativa de Trabajo Textil Pampeana Ltda. y el 23 de abril del 2001 comenzaron a poner en funcionamiento la entidad. Desde ese momento, y de manera ininterrumpida, sortearon los obstáculos y lograron mantenerse 17 años luchando. “En nuestros mejores momentos tuvimos casi 40 personas acá, el año pasado eran 23 y hoy solo somos 16”, sentenció.

Fuente: La Arena (La Pampa).

Así definió el histórico diario pampeano La Arena a Vital Asistencia Cooperativa de Trabajo Ltda., la cooperativa que brinda atención médica domiciliaria.

Si se piensa en el perfil emprendedor la mayoría lo asocia con poner en marcha la elaboración de productos: indumentaria, alimentos, materiales de construcción. El abanico de posibilidades es muy amplio pero pocos lo relacionan con una cuestión clave: la parte humana. Y es ahí hacia donde apunta Vital Asistencia, una cooperativa de trabajo santarroseña de 14 asociados que se dedican a la atención domiciliaria de quienes atraviesan la vejez o padecen patologías graves.

“La muerte es parte de la vida, es algo inevitable… Entonces no es bueno que quien atraviesa por lo que puede ser la parte final de su vida lo haga de mala manera: que esté sucio, abandonado, sin higiene o cuidado personal. Nosotros nos ocupamos de eso y de un cuidado integral del paciente. En eso es fundamental generar un vínculo y la confianza necesaria para que quien esté en su casa no se sienta invadido e incómodo”, cuenta Ángeles San Martín, presidenta de la entidad, sobre su trabajo diario, una tarea que como cualquier otra requiere esfuerzo y dedicación pero que se vincula directamente con el costado más humano.

“Cuando viví en Buenos Aires tuve la chance de participar en una cooperativa. Hice muchas cosas, estudié Enfermería, trabajé en el Hospital de Clínicas y fue asistente de un médico forense en las autopsias. Hace cinco años, cuando me instalé acá, me puse a vender ropa y entré a trabajar al Banco de Sangre, también trabajé para una internación pediátrica domiciliaria y ahí me empezó a atraer lo de la cooperativa. Estudié y leí muchísimo sobre cooperativismo y me gustó el modelo, quise probar y hoy no salgo por nada del cooperativismo. No sería empleada. Es una economía y un modo de trabajo completamente diferente”, relata sobre su experiencia personal.

En expansión

Vital Asistencia comenzó a funcionar en 2015 con un paciente y desde entonces creció por los llamados particulares y por los convenios firmados con distintas obras sociales.

“Hoy somos 14 personas las que trabajamos y van a ingresar más. Tenemos un Consejo de Administración que nos representa y yo soy la presidenta: me encargo de buscar los convenios, los pacientes, las actividades. Una vez al mes organizamos todas las guardias y después nos vamos reemplazando de acuerdo a la necesidad de cada uno. Funcionamos como un equipo, como una familia porque eso diferencia a una cooperativa de una empresa. Hay gente que se acomoda a este modelo de trabajo y otra que no. Mucha gente tiene el chip de empleado y cuesta que se lo saque para pensar como dueño de su economía”, aclara Ángeles.

El emprendimiento fue distinguido en 2016 en el Senado nacional con una mención honorífica en el marco del programa Madre Emprendedora y ha sido convocado para contar la experiencia en distintos lugares del país. “En septiembre vamos a ir a Tres Lomas y en octubre a Trelew. Me contactó una concejala de esa ciudad que atravesó una situación muy dura con su madre enferma de cáncer: ella no conseguía a quién confiarle el cuidado y debió hacerse cargo de todo casi sin descanso. Cuando su mamá falleció, ella terminó deprimida. A través de una red de cooperativas supo de Vital así que voy a ir dos días a dar charlas y actividades”.

Vital Asistencia también trabaja con la Cooperativa de Servicios Públicos de General Acha Ltda., para expandirse hacia esa ciudad, y lo mismo con Cooperativa Regional de Electricidad de Obras y Otros Servicios de General Pico Ltda. (Corpico). En Santa Rosa, rubricó un convenio con la Cooperativa Popular de Electricidad Obras y Servicios Públicos de Santa Rosa (CPE) para el otorgamiento de un terreno en comodato para inaugurar un “Ecoarte”.

“Vamos a hacer un centro recreativo durante los fines de semana porque la idea es completar la rehabilitación. Pasa mucho que todo lo que los pacientes hacen en la semana se pierde el sábado y domingo porque se quedan sin actividad. También quiero traer el tratamiento que se hace con los perros y que alivia a los pacientes, hacer una huerta. Hay mucho para hacer y sería bueno que todas las cooperativas nos unamos y trabajemos juntas”.

Adaptación

Más allá de los cuidados y de la asistencia diaria, en Vital Asistencia se ocupan de un componente clave para quienes afrontan una situación complicada, lo mismo que para sus familias. “El año pasado empezamos a hacer el periodo de adaptación, hay personas con patologías crónicas complicadas y necesitan atención las 24 horas. Y pasar de vivir solo en tu casa a instalar gente que no conocés, a veces cuesta y hasta podés retrasar la mejoría de ese paciente. Entonces, empezamos a ir una o dos horas a la mañana y se hace el baño, la medicación, la toma de los signos vitales y listo. Y volvés a la noche y así durante 15 días porque de esa forma se genera un vínculo, un cariño con el asistente que hace que el paciente no se sienta invadido, que esté cómodo”.

“La gente se acerca porque se tiene mucho más en cuenta lo de transitar la vejez en el domicilio, estar en el entorno familiar, que es lo mejor para afrontar alguna enfermedad complicada. La mayoría de quienes están en un geriátrico está consciente y no la pasa bien. Nosotros brindamos cuidados y asistencia, tenemos un trabajo especial porque muchas veces ayudamos y acompañamos un proceso que es natural, que está asociado directamente a la vida aunque nos marque lo contrario”.

Fuente: La Arena (La Pampa).

Se desarrolló una jornada de cooperativismo y forestación en el marco de un trabajo conjunto de distintas organizaciones de la localidad.

La demarcación de un “cerco vivo” en un predio lindante al espacio donde Cooperativa Regional de Electricidad de Obras y Otros Servicios de General Pico Ltda. (Corpico) lleva a cabo el proceso de tratamiento de efluentes cloacales, fue motivo de un encuentro de dos jornadas a mediados del mes de julio.

Durante la actividad se colocaron alrededor de 300 árboles en el armado de una cortina de viento, que será de utilidad para generar un microclima en el lugar.

Jorge Carante, consejero de Corpico y referente local de la ONG Bioregión, dio cuenta del proyecto que se ejecuta en el lugar. Además de estas dos instituciones, también participó la Cooperativa “La Comunitaria de Rivadavia” de Provisión de Servicios Culturales y Sociales Ltda. y el grupo de Jóvenes Solidarios de la entidad eléctrica local.

“Tiene que ver con armar y diseñar un pulmón verde que purifica y se nutre del agua residual de la ciudad, a modo también de una cuestión ambiental y del aprovechamiento del agua, como una cuestión educativa y cultural de aprovecharla. Hicimos una jornada de cooperativismo y forestación que engloba la cuestión ambiental, es una actividad práctica, concreta, en la que se ve como ejerciendo un trabajo cooperativista se pueden llevar adelante proyectos interesantes. De la actividad participó Bioregión, que es la ONG que lleva adelante el proyecto forestal, produciendo las plantas que se utilizan en el lugar, y también sumamos a ‘La Comunitaria’ y a los Jóvenes Solidarios de Corpico”, dijo Carante.

Ampliar la forestación
Además, indicó que en el trabajo de forestación que se hará este año hasta la llegada de la primavera, se buscará, además de álamos y sauces, colocar también algunas “plantas nativas”.

“Queremos seguir avanzando, no sólo en poner álamos y sauces, que son las plantas que más se adaptan, sino en incorporar algunos pinos y eucaliptos, y este año empezaríamos a trabajar con las plantas nativas, que es algo que siempre quisimos hacer pero las condiciones de suelo y del ambiente no lo permitían, por el exceso de agua. Ahora estamos en condiciones de empezar a armar algunos sectores con plantas nativas y queremos incorporarlas dentro del proyecto”, señaló.

El proyecto es de largo aliento: “Se siguió plantando una cortina de viento que generaría un microclima y haría contención donde se está armando el plantinero. Era algo que ya teníamos avanzado y logramos terminar esa etapa que teníamos postergada. Acá forestamos, plantamos árboles, hicimos una cortina que sirve como contención de los vientos pero también como una contención para el ingreso de animales”, refirió el cooperativista.

Trabajos en conjunto
Los trabajos se llevaron a cabo en un predio que dispone Bioregión, donde también “se usa el agua ya tratada para mantener los carrizales, que son importantes para el tratamiento de las aguas residuales”.

Carante explicó que esto se hace desde la “mirada sustentable de un proyecto que tiende a reutilizar el agua de la ciudad, generar conciencia ambiental del cuidado del ambiente y de la importancia de plantar árboles”. En este sentido subrayó que debemos “estar preparados para mitigar las consecuencias del calentamiento global y de las emergencias climáticas que suelen surgir”.

También valoró el trabajo en equipo y cooperativo que se dio con otras entidades. “Diferentes organizaciones e instituciones dedicaron un fin de semana para poder hacer algo que es para la comunidad y para las generaciones futuras. Esto está dando la posibilidad de que abramos cada vez más las puertas para trabajar con los jóvenes que quieren estar, que quieren formar parte de los proyectos sociales”, mencionó.

Nuevas jornadas
Por su parte, Malena Boeris, también integrante de Bioregión, remarcó que se trabajó en forma conjunta e intensa en la construcción de un “cerco vivo” donde funciona el plantinero, que le da diferentes soluciones.

Además explicó que de manera constante se organizaran jornadas y capacitaciones, las cuales dependen de las condiciones climáticas, dada la distancia a la que está el predio. En este sentido indicó que en agosto se hará un curso de hornos de barro en Toay.

“Todas las semanas hacemos alguna convocatoria y en Toay, haremos un curso de hornos de barro, que es el mismo que hicimos en Pico, pero lo trasladamos allá, porque hay mucha gente que quiere ser parte”, manifestó.

Fuente: La Arena (La Pampa)

En La Pampa se unieron cooperativas y universidad para lograr la implementación de este servicio de manera asociativa.

La Cooperativa Regional de Electricidad de Obras y Otros Servicios de General Pico Ltda. (Corpico) impulsa la creación de una cooperativa social en General Pico, La Pampa, de acompañantes terapéuticos y cuidadores domiciliarios, que podría comenzar a funcionar dentro de los próximos meses.

En ese marco se llevó a cabo en sus instalaciones una jornada de capacitación sobre cooperativismo y cooperativas sociales, en forma conjunta con la Universidad Tres de Febrero. Como parte de esta actividad se llevó a cabo una teleconferencia a cargo de los especialistas Jorge Bragulat y Gustavo Sosa.

Jorge Carante y Estela Viola, integrantes de la Corpico, indicaron que en el encuentro, se buscó plasmar la formación de la cooperativa de trabajo, que estará integrada por acompañantes terapéuticos y cuidadores domiciliarios, similar a la Vital Asistencia Cooperativa de Trabajo Ltda., que ya funciona en la capital pampeana.

Cooperativas sociales

“A través de este trabajo que se viene haciendo desde la Universidad Tres de Febrero se empieza a impulsar el movimiento de cooperativas sociales que es un formato que acá no está muy desarrollado, porque son cooperativas que se dedican al cuidado de personas mayores, de niños, al cuidado de personas con problemas psiquiátricos y con problemas de adicciones. Son cooperativas que se han desarrollado mucho en Italia, allá están muy avanzadas y resuelven problemas sociales muy complejos. Porque también surge a nivel mundial que se busca no encerrar a las personas, que no haya geriátricos donde las personas se sienten en un estado de encierro. Entonces con estas cooperativas se intenta insertar socialmente a las personas que lo necesitan”, dijo Carante.

El dirigente cooperativista indicó que se llevaron a cabo “diferentes charlas y encuentros”, como así también reuniones con la “cooperativa de cuidadores domiciliarios de Mar Del Plata”. En el mismo sentido, indicó que a partir de esto se fueron “estableciendo redes sobre este tema con la idea de empezar de apoyar y acompañar desde Corpico, para que se forme este tipo de cooperativas”.

“Esta sería la primera cooperativa social de General Pico. En la primera convocatoria eran entre 10 y 12 personas, y ahora son alrededor de 40. Esta cooperativa supondría un beneficio para el trabajador que presta el servicio, por la estabilidad laboral que le daría, dado que le garantiza que va a tener trabajo y; para las personas que necesitan del servicio, les garantiza que no van a tener que salir a las corridas a buscar otra persona que se lo cuide, porque le cubre todos esos baches que le pueden surgir”, destacó a su turno Estela Viola.

Acompañantes terapéuticos

Ángeles San Martín, presidenta de Vital Asistencia Cooperativa de Trabajo Ltda., de Santa Rosa, aseguró que desde su organización recibieron varias consultas en los últimos tiempos, y que apoyarán las organizaciones de tipo cooperativo por cuanto “vienen a traer una solución en materia social y sanitario para los beneficiarios del servicio y también para los trabajadores que gestionamos nuestra empresa”.

Los trabajadores participaron del encuentro dando cuenta de su propia historia, las dificultades que han tenido en su desarrollo y cómo han logrado irlas superando paso a paso: “En mayo estamos invitados por Gestara a un encuentro nacional de cooperativas sociales y también queremos apoyar a otros emprendimientos”, destacó San Martín.

Vital Asistencia Cooperativa de Trabajo está conformada por 14 asistentes sanitarios domiciliarios, cuyas funciones incluyen el acompañamiento de los pacientes -de una amplia gama de patologías-, enfermería básica domiciliaria, tratamientos terapéuticos e higiene corporal. Los trabajadores tienen matrícula nacional y provincial, y trabajan tanto con obras sociales como con particulares.

Al mismo tiempo, Yanina Arrieta, secretaria de la cooperativa, afirmó que “es muy difícil lograr trabajar en conjunto y fijar un mismo objetivo. Las personas que forman una cooperativa tienen que saber que no es una empresa común, acá todo es de todos y si no luchamos todos para el mismo lado la cooperativa no crece ni avanza”, aseguró.

“Da la sensación de que traemos un ‘chip’ desde chicos que nos dice que hay estudiar y conseguir un trabajo en blanco. Pero en realidad hay otro sistema de trabajo como este que funciona y que da oportunidad de crecer en lo económico y también en lo personal”, puntualizó.

Fuente: La Arena (La Pampa) y La Nueva Reforma.

El presidente de la Cooperativa de Trabajo La Histórica, Martín Oderiz, mostró su preocupación por la baja que se registró en las ventas en el último tiempo, en contraposición con el aumento de la competencia en el mercado y la suba de los costos de producción: “Si no vendemos 50 mil kilos, no subsistimos”.

Los incrementos tarifarios y el aumento del dólar golpean también a la fábrica recuperada de General Pico, La Pampa, que paga por materia prima valuada en moneda extranjera. También dijo que en la fábrica de la que dependen 40 familias de la ciudad, el volumen de ventas está en un 40% por debajo del promedio habitual.

“Deudas hacia afuera no tenemos, las que tenemos son internas. Entonces la vas llevando pero no se sabe hasta cuándo, porque si no vendés llega el momento en el que te comiste el capital y la deuda que tenemos dentro de la cooperativa. Muchas veces no se entiende que todos los años, a fin de año, te llevás todo el dinero, cuando lo cobrás. Pero te llevás el dinero y no te queda nada y tenés que arrancar de cero”, indicó.

El titular de la cooperativa, surgida de la ex Luna Hermanos, en diálogo con el diario pampeano La Arena, se refirió a la preocupante situación actual. “Las ventas están muy complicadas, hay mucha competencia en la calle en la cual no podés aumentar como deberías y te vas comiendo parte de las ganancias tuyas para poder seguir subsistiendo. Tenemos un promedio de 50 mil kilos mensuales de producción y el mes pasado sacamos 28 mil y vamos a llegar a 30 mil kilos este mes. Es decir que estamos en 20 mil kilos debajo del promedio mínimo”, contó.

Caída de ventas

La Histórica cuenta con un plantel de 40 trabajadores y produce bulones, tirafondos, tuercas y arandelas. Su producción la vende en todo el país a través de cuatro viajantes, pero en el último tiempo se vio una caída generalizada de las ventas.

“Tenemos cuatro viajantes que recorren todo el país, que están divididos en cuatro zonas, pero la queja es generalizada. Si ves los promedios mensuales de cada viajante, se cayó en general, no es que uno sale más y otro menos, el porcentaje se ha caído parejo. Pasa que el que me compraba mil kilos hoy te compra 500, y si te los compra…”, indicó.

“Además la parte de silos está muy parada. Trabajamos mucho con los menonitas en Guatraché y está parado todo eso, tenemos otro cliente grande en Río Tercero que también trabaja con los silos y está parado. Entonces tenemos distintos clientes que no venden y así vos no vendes tampoco”, contó.

“Preocupados estuvimos siempre, porque sabemos que si no vendemos 50 mil kilos, no subsistimos. Está bien que hemos pasado los 50 mil alguna vez, pero si te tocan cuatro o cinco meses así, es complicado. Ya llevamos dos y se viene febrero cuando hay mucha gente de vacaciones”, señaló.

“Está complicado el panorama y se va a seguir así, porque cada vez aumentan más cosas, hay gastos que no los podes achicar más, como la luz, el gas”, indicó y ejemplificó: “Pagábamos 52 mil pesos de luz y ahora con el aumento se va a pagar $75 mil, es un gasto fijo que tenemos y no lo podés esquivar. Te aumenta el transporte, la nafta, todo, y la materia prima viene a valor dólar, entonces aumenta el dólar y sube el material”.

Últimos años

Al analizar la situación actual, Oderiz refirió que la cooperativa funciona desde hace 18 años y que durante los últimos dos, el panorama se tornó más cruento. “En enero siempre baja un poco pero en diciembre no, pero este año fue al revés, en diciembre bajó más que en enero. Hay que tratar de mantener las ventas y por eso estamos apurando a los viajantes. En tiempos de vaca gorda venía el cliente y te compraba, pero ahora tenés que salir a venderle”, sostuvo.

“Ya estamos llegando a los 18 años, y los dos últimos vienen complicados. Esto empezó a venirse para abajo en 2013 pero en 2016 explotó. Las ventas caen por mayores costos y también por mayor competencia que hay en el mercado. No tenemos sueldo, se hace un retiro de ganancias, y hace dos años que no nos llevamos un mango más, sino que nos llevamos la misma plata”, puntualizó.

Fuente: La Arena (La Pampa)

La edición de una agenda con relatos literarios para el 2018, que se comercializará a beneficio de entidades solidarias, es uno de los próximos objetivos de la editorial Siete Sellos, creada por la cooperativa gráfica de trabajo Visión 7, de La Pampa. Para avanzar con la realización de la agenda, acaban de lanzar un  un certamen literario llamado Microrrelatos.

“Esta convocatoria permanecerá abierta hasta el 20 de junio y podrá participar cualquier persona, siempre que presente su texto en español, original e inédito”, indicó Pablo Fontana, director editorial de Siete Sellos, según informaron desde la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT).

“Con esos microrrelatos este año, en lugar de hacer un libro, nos proponemos hacer una agenda 2018 donde estén todo el tiempo circulando y que sean leídos. Después, también se va a hacer un registro sonoro”, explicó Fontana. Las agendas 2018 se comercializarán y lo recaudado se repartirá entre diferentes comedores, desayunadores y merenderos de la ciudad de Santa Rosa, la capital pampeana.

Nacida por impulso de un grupo de trabajadores y trabajadoras con más de 20 años de trayectoria en el rubro gráfico, la cooperativa Visión 7 va por su décimo año de actividad y el año pasado presentó su propio sello editorial, que ya lanzó 23 títulos. “Estamos muy contentos porque la verdad no esperábamos que nos fuera tan bien. Este año arrancamos bastante bien, con varios libros, a pesar de ser muy recientes en el rubro”, expresó Fontana. Y añadió: “Buscamos que todos los libros que salen con el sello de la editorial respondan a los criterios que nosotros tenemos como cooperativa, por ejemplo aquellos vinculados con los derechos humanos y conceptos que tienen que ver con una determinada filosofía de vida”.

Fuente: Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT)