En la Pepsi de Trelew convocan a un festival con un solo grito: no más familias en la calle

Los ex trabajadores de la planta de Pepsi en Trelew, quienes fueron despedidos a fines de mayo y conformaron una cooperativa de trabajo lograr continuidad laboral, convocan para el próximo sábado 22 de julio a un festival «Por el derecho a trabajar», bajo la consigna “Para seguir alzando nuestra voz. No más familias en la calle”.

El festival se realizará en los portones de la planta y contará con artistas y bandas de diferentes propuestas y estilos. “Va dirigido a la familia y la juventud, con la idea que se recuerde la lucha que estamos llevando a cabo, que se genere conciencia, porque los trabajadores tenemos derechos, principalmente derecho a trabajar. Queremos que tanto el poder político como los empresarios se den cuenta que no se puede construir un país sin trabajo, que no pueden venir a cerrar fábricas sin hacerse cargo del daño social que se produce. Básicamente es un festival por la dignidad trabajadora”, expresaron desde la comisión organizadora.

La de este sábado es la tercera actividad que los trabajadores organizan de manera consecutiva, luego de la misa que se celebrara el sábado 15 frente a los portones de la planta y la marcha que convocaran y de la que participaron más de 800 personas por las calles céntricas de la ciudad.

“Lo bueno que se vio es que en la convocatoria nosotros pensamos en las mismas personas que como nosotros están en la desocupación”, destacó a Trabajo Cooperativo César Frintt, presidente de la Cooperativa de Trabajo Agua y Sodas Reko Patagonia Ltda., que se organizó para dar continuidad a la actividad laboral.

“Los comerciantes salían a aplaudir, todos nos daban su apoyo. Estamos en una situación de crisis, que estamos viviendo no solamente acá en el valle sino que es a nivel país. Estuvo muy bueno, porque nos dio fuerza para entrar firmes a la reunión con los directivos de Quilmes (propietarios de la planta cerrada en la ciudad chubutense). Yo le decía a los compañeros que está bueno, que esto nos motiva en medio toda esta cagada de frío que estamos pasando afuera la planta y lejos de nuestra familia (en un acampe que lleva más de 30 días). Tenemos que ir con esa actitud, y pelear por lo que queremos”, destacó el trabajador.

Tomada de pelo

El miércoles 12 de julio tres directivos de la multinacional que gestiona Quilmes, Pepsi y otras marcas, arribaron a la ciudad de Trelew con el objetivo de reunirse con el director de Producción del municipio, Pablo Mamet; el intendente Pablo Maderna, el dirigente Luis Collio, de la CGT provincial y la mayoría de los trabajadores despedidos a fines de mayo de la embotelladora, desde donde se distribuía la producción a buena parte del sector oriental de la provincia de Chubut.

“La reunión fue muy tensa”, calificó Frintt, “en especial en el momento que dijeron que ellos habían actuado de buena fe, que habían liquidado todo bien según la ley. Ahí se desató un poco la bronca nuestra, porque lo nuestro fue muy mal liquidado, y no es solamente palabra nuestra sino de nuestro representante legal”.

En su momento la Subsecretaría de Trabajo de la provincia no participó de la instancia de la liquidación de las indemnizaciones por cuanto no fue informada, ya que la empresa acordó directamente con el gremio de Aguas y Gaseosas, que incluso les facilitó las instalaciones del sindicato para ese trámite. Luego, los trabajadores recurrieron al Estado provincial y a abogados privados, quienes coincidieron en que se habían abonado valores muy por debajo de lo que establece la ley.

Pero no fueron los trabajadores los únicos que reaccionaron. El enojo ganó también alcanzó a Mamet y Maderna, quienes en los primeros días de junio ya se habían reunido con los directivos de Quilmes, que les dijeron que la planta se desguazaría y se demolería el edificio donde funcionaba.

Frintt relató que “los funcionarios se enojaron mucho. Les dijeron a los empresarios que no podían creer que se esté discutiendo por esta situación y que ellos como multinacional no tengan un gesto para con los trabajadores por el daño social que causaron”.

Ahora la situación pasó a una suerte de cuarto intermedio, y habrá una reunión en Buenos Aires. “Nosotros vamos a llevar uno de nosotros ahí como representante, que vaya a escuchar y que se meta en la conversación, porque en realidad, si no lo peleamos nosotros, esto no se va a recuperar”, sostuvo Frintt.

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