En Ituzaingó presentaron documental sobre la educación popular en el conurbano bonaerense

La Cooperativa de trabajo para medios de comunicación La Qilqa, a través de su productora Cinco Esquinas contenidos audiovisuales, presentó el documental “Los pibes de mi barrio (Buen Ayre, al oeste del corazón)”, un corto que narra la experiencia del Centro Juvenil Barrio Buen Ayre, en Villa Udaondo, Municipio de Ituzaingó, provincia de Buenos Aires.

A principios del año 2014, la Qilqa firmó un convenio de colaboración con el Ministerio de Desarrollo Social de la provincia de Buenos Aires y con el programa de Unidades de Desarrollo Infantil, para abrir un centro juvenil en el municipio de Ituzaingó. El objetivo era contener a jóvenes en situación de vulnerabilidad social en el asentamiento Buen Ayre, uno de los barrios más humildes del distrito. La tarea comenzó en abril de ese año junto a un grupo de profesionales y dirigentes barriales que culminó con la puesta en marcha del Centro Juvenil Barrio Buen Ayre.

“El documental narra esta maravillosa experiencia desde sus comienzos. Historias de vida, de momentos compartidos, de carencias y de sacrificio. “Los pibes de mi barrio” nos interpela a tener una mirada histórica sobre el futuro de los jóvenes y la necesidad de buscar en todo momento respuestas que los contenga y los proteja”, destacaron desde la cooperativa del conurbano bonaerense, tras la presentación realizada el sábado 10 de junio, en Villa Udaondo.

“Historias de vidas, vidas que fueron golpeadas duramente en la década del ’90 y también en el 2001. Tres generaciones cuentan la experiencia de vivir en el barrio, Vidas de personas que a pesar de los golpes siguen levantándose y buscando nuevas formas de ganarse la vida y, al mismo tiempo, ayudar a los que tienen al lado”, señalaron.

El documental se encarga de mostrar cómo fue la creación del primer Centro Juvenil, quiénes estuvieron involucrados, qué es lo que hacen, cómo beneficia a los chicos, y cuáles son las vivencias de los habitantes del asentamiento Buen Ayre. Son muchas las escenas que muestran al barrio, a los chicos jugando y participando de los distintos talleres, la inauguración del Centro y la felicidad y orgullo de tanto los chicos y las chicas que asisten a las actividades del Centro, como de aquellos que enseñan y ayudan a que siga y cada vez crezca más.

“Una historia inspiradora que muestra cómo los mismos habitantes del asentamiento hacen todo lo posible para darles a los chicos las herramientas necesarias para construir un futuro mejor: crear talleres atractivos para ellos así no terminan en la calle. cambiar peligros y callejones sin salida por oportunidades y fuentes de trabajo, cambiar deserción de colegios por estudio y, lentamente, ir construyendo más Centros Juveniles para una mayor cantidad de chicos”, subrayaron desde la Qilqa.

Para ver el documental:

 

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