Monte Grande: En Cler no pierden la esperanza y van por nuevos proyectos de producción

Una empresa con más de 30 años en el mercado de extractores y purificadores de aire entró a convocatoria de acreedores en 2001, para terminar en la quiebra en 2009. Los trabajadores resistieron, se organizaron y 8 años después encaran nuevos proyectos productivos.

A mediados de 2009 la situación de la fábrica Cler de Monte Grande, provincia de Buenos Aires, era desesperante. La inminente quiebra de la empresa obligó a un grupo de trabajadores a buscar alternativas para la continuidad de las fuentes laborales, y así se vincularon con otras empresas que habían atravesado el mismo conflicto.

Siguiendo el manual que se utilizó en numerosos vaciamientos empresariales, al tiempo los síndicos de la empresa quebrada plantearon la realización del balance final, y les comunicaron que tenían que irse a la calle. La respuesta ante ese requerimiento por parte de los trabajadores fue terminante: “No! Acá hay familias que alimentar. Los compañeros tenían una familia que alimentar, y no nos íbamos a ir de acá, era nuestra fuente de trabajo”, recuerda Elías Robledo, presidente de la Cooperativa de trabajo La Esperanza de Monte Grande.

Justamente esa fue la salida que encontraron al acudir al Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes) para hacerse conocer: la conformación de una cooperativa de trabajo. “Eso fue lo que nos salvó. Si no hubiera hecho nada ellos hacían el balance, cerraban la puerta y salíamos a la calle. Porque somos hijos de provincianos, lo único que sabemos es ir a trabajar, y si nos daban la orden que íbamos a estar afuera, nos íbamos”, asegura Robledo.

“Hay que armar la cooperativa” fue la convicción que los empujó para adelante. Con el apoyo del Inaes obtuvieron rápidamente la matrícula, y así comenzaron a trabajar los 7 socios fundadores.

La Esperanza en marcha

En agosto la Cooperativa de Trabajo La Esperanza cumplirá ocho años, y su presidente repasa algunos logros recientes: “Hicimos una campana nueva, tenemos un vehículo cero kilómetro. Se logró también el pago de los tres años de la cooperativa. Tenemos ganas de seguir creciendo. Esto es nuestro futuro. Como hablamos siempre con los compañeros, no hay que perder esta oportunidad que el gobierno anterior nos dio: la posibilidad de mantener nuestra fuente de trabajo”.

Conocedor de los problemas y necesidades cotidianos, Robledo se abocó en 2016 a trabajar con las nuevas autoridades, “y explicarles en qué nos ayudó el gobierno anterior. Porque uno hizo camino, golpeó puertas, algunas se cerraron, otras se abrieron, y eso es la continuidad”.

Robledo reconoce que “el gobierno anterior ayudó al crecimiento con materia prima y maquinarias” y desde la cooperativa ven con expectativa el interés de funcionarios actuales que han visitado la fábrica y les han ofrecido una gama de programas para mejorar la producción. “Ya estamos terminando de llenar todos los requisitos que nos piden”, informa.

«Ahora estamos trabajando con los abogados el tema de la expropiación ya que el gobierno provincial anterior no pagó ninguna y hoy las cooperativas enfrentan un problema muy grave. La verdad que estoy orgulloso de los compañeros, de todo lo que logramos. Porque en verdad uno nunca soñó que de ser empleado, ahora es dueño de la empresa. Mucho sacrificio, a veces mala sangre, porque hay que mirar esto, pagar lo otro… Pagamos todos los impuestos, como toda empresa, no queremos aflojar. Nosotros salimos de atrás de una máquina, tuvimos que aprender muchísimas cosas. Hoy, a ocho años de su creación es un orgullo”, evalúa.

Producción

La Cooperativa de Trabajo La Esperanza fabrica purificadores de cocina, campanas, ventiladores de techo, extractores de baño y extractores de aire: “Hoy estamos vendiendo las campanas pirámides, y con proyectos de armar el lavarropas semiautomático cuadrado de chapa”, suma el presidente.

La Esperanza está abierta para el intercambio con estudiantes y ámbitos académicos, para que conozcan el movimiento cooperativo y su operatoria. “A la cooperativa vienen desde chiquitos de primaria hasta universitarios a hacer trabajos sobre cooperativismo. La gente va aprendiendo poco a poco sobre esto”, manifiesta el cooperativista.

También se ha acercado un trabajador cansado de desempeñarse en empresas privadas, a experimentar el trabajo cooperativo. “Y me decía que es algo nuevo. Porque él veía distinto, veía una fábrica privada en la que el patrón lo único que exige es que el producto salga. Y si le puede pagar menos al empleado, le paga menos. Y a nosotros nos ve distintos, porque todos estamos sumados a este proyecto”.

La Cooperativa La Esperanza participa de la Central de Compras Cooperativa convocada por la Federación Argentina de Cooperativas de Consumo (FACC). El propósito final de esta Central de Compras es aportar al crecimiento del sector cooperativo a través de una herramienta simple y efectiva como es la integración cooperativa.

Robledo reconoce la importancia de esta herramienta por cuanto en las cooperativas “el tema de la comercialización es el mayor problema”. Y agrega: “A pesar de los problemas que tenemos con la inflación y todas las cosas, seguimos peleando y creciendo. Al conseguir un cliente ya nos ponemos contentos, y tener a la Obrera y a la Facc nos hace crecer”.

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